El mal vicio, de la interpretacion al Estrado para legitimar.

El mal vicio de la apropiación indebida de términos como democracia, justicia y consolidada, me obliga a explicar ciertos preceptos.

La valoración o sensación que evoca el cierto régimen de libertades inducen a pensar que hoy se vive en democracia, pero la palabra democracia no debe ser usada como sensación de dicho régimen de libertades, pues también habla de como esta constituido un gobierno para administrar el poder y del control por su pueblo, y llevado a este punto, la acepción de democracia es vista desde un punto relativista en comparación con el anterior gobierno, por darle cierta magnitud, pero no lo es con magnitud total, por ello, la democracia que los ha asumido desde un punto de vista material, puesto que la forma adquirida es, en su plena extensión de la magnitud del termino democrático, es decir democracia formal o perfecta y esto no es aplicable en un Estado, solo lo es para manipular el lenguaje y corromper el pensamiento

Por ello esta palabra no debe ser usada para describir un estado de derecho, ya que, después de 200 años habrá mas democracia que ahora, y sin embargo seguirá teniendo el mismo nombre. Democracia es una palabra usada con mal vicio propagandístico en la elaboración de las constituciones para ser apoyada mediante referéndum, donde al ser valorada por el pueblo, la inteligencia media de los mismos se adecua a la mera ignorancia de la expresión de las palabras en su constitución y por tanto de su acepción, confundiendo libertad con democracia.

Entendida otra palabra, como mal vicio del poder Judicial usada para justificar materialmente la democracia es la Justicia, 

La democracia es el resultado de la justicia y la justicia es el resultado de la buena interpretación del derecho del poder judicial. Obviamente el estado debe tener un ordenamiento jurídico denominado estado de derecho. Todo estado es social, pues en el convive la sociedad que legitima la existencia del estado, por tanto sin sociedad no hay Estado, sin Estado de derecho no hay derecho ni poder judicial, sin poder soberano no hay buena interpretación del derecho por el poder judicial y por tanto no hay justicia, si no hay justicia en un Estado no hay democracia, dado que es la que resume todas en el poder que tiene el pueblo para poder controlar al que le gobierna.

Dicho de otra forma, la justicia desaparece cuando la interpretación del derecho por el Poder judicial va en contra del sentido originario creador del Derecho o Estado de Derecho.

La palabra consolidada debe de ser eliminada, al igual que la palabra justicia o democracia por el respeto de las figuras estatales hacia estas, y solo se deben de pronunciar como espíritu creador e inspirador de las mismas, no como justificación material de la democracia. Por tanto deben ser entendidas en plena magnitud de su acepción.

Dado que irán adoptando diferentes magnitudes en función de la acepción de cada pensamiento individual dependiendo del ambiente y el periodo en que se encuentren, que naturalmente por tradición en las recientes conquistas sociales han adquirido

Es propio de un país con enormes carencias democráticas que se produzca la interiorización como doctrina en su legislación la incorporación de estos términos puros que deben ser entendidos formalmente no materialmente, reproduciendo todo tipo de anormalidades en todas las instituciones por su naturaleza capitalista de auto-corrompimiento del sistema como objeto personal al tener la seguridad jurídica de creer estar legitimados en el poder para destruirlo, ya que nadie ni nada les puede rectificar, las formas para rectificar es aceptar el cambio social a través del voto soberano, ya que en nuestro estado de derecho, la soberanía se expresa eligiendo a los políticos que les representan, y a su vez, el modelo capitalista es perverso con la democracia, creando o arquitectándo en ella, un sistema de libre designación, que solo debía ser usado para tramites de urgencia donde por la escasez de los mismos necesitan reposición urgente, no obstante usan esta vía para la creación de puestos directivos dentro del poder judicial para el control de la justicia que debiera ser independiente , ahora en órganos colegiados jerarquizados y altamente controlados por los directivos nombrados por el poder ejecutivo, se producen naturalmente anormalidades dentro del poder judicial, bloqueando la elección de jueces de un consejo del poder judicial que regula matando la independencia de los jueces y por consiguiente, de su interpretación del derecho individual.

La dinámica de ciertas debilidades del capitalismo, es el dinero, y estos no tardan por su natural conducta de aspiraciones conseguidas hasta la fecha, a quebrar su código deontológico para dar un interpretación intencionadamente errónea y claramente prevaricadora a favor de los poderes que le han puesto en el organigrama del poder judicial, por tanto, es el poder político-judicial quien refleja mejor sus aspiraciones, su conducta y política de actuación y los hechos dado que necesitan estructuras jerárquicas que no cuestionen mandato imperativo representadas en órganos colegiados, y es éste a su vez, quien regula también los órganos unipersonales de jueces independientes, desequilibrando fácilmente la balanza de la imparcialidad y consecuentemente la separación de poderes al estar contaminados por juicios de valor por ejecutivo. Lo hacen colocando a directivos por turnos de libre designación para controlar el poder, y es por eso que no rectifican el comportamiento delictivo que replica corrupción a nivel estatal, a nivel autonómico, y a nivel diputacional exclusivamente, y también a nivel local. Todo esto, gracias a la propaganda de los resultados de los hechos, claramente prevaricadores de sentencias judiciales sobre casos de extraordinaria gravedad democrática.

La raíz es bien clara, los partidos delictivos que ostentan el ejecutivo van en consonancia y no muestran oposición con los directivos del poder judicial, sin embargo, el partido socialista cuando esta en el ejecutivo, debe de usar el ejecutivo para resolver las enormes carencias democráticas que tiene dentro del poder judicial. Por ello, es indispensable su disolución, ya que ahora, hay un bloqueo para que el gobierno, con el mismo natural vicio que tuvo el antecesor gobierno, quiera poner a un directivo de su confianza, y este esté bloqueado por el Presidente del Poder judicial debido a que no quiera aceptar la entrada de nuevos por el partido que gobierna. Es por ello que el peor vicio que puede tener una constitución es precisamente que se desarrolle bajo esta arquitectura donde los ejecutivos coloquen personal de confianza de sus ideales en el sistema de dirección del poder judicial, pues están contaminados ideológicamente y desde ese mismo momento no pueden representar el poder judicial, que debe ser neutro, algo muy difícil en esta País.

Hay demasiados dientes. Por otro lado el ejecutivo tampoco puede representar las aspiraciones de la sociedad civil, tenemos un patrón único, que por encima del poder judicial se encuentre el jefe del Estado Felipe de Borbón, y no pueda a la vez tocar por la naturaleza prohibitiva al ser un cargo de representación, los dismanes de esta anomalía, dado que al ser un país con enormes carencias democráticas por nuestro pasado, se vean precisamente las anomalías en el poder judicial, que ya estaba tocado por el poder económico, y al no acatar la Ley en su renovación por un comportamiento anárquico respecto del Estado de derecho y conforme al derecho, ahora el sistema tiene estas respuestas tan históricas como únicas en nuestro país, debiendo de intervenir la Unión Europea en la soberanía del Pueblo Español con el poder político-judicial fuera del derecho, donde ya nadie sienta respeto al descarrilar hace años y nadie quiera ser miembro del Consejo General del Poder judicial, debería pues de disolverse y renovar toda la cúpula, aunque para ahorrarnos un trabajo y un sueldo tremendo, debería de desaparecer, solo ha supuesto el patíbulo de libre designación del político de turno para ir degradando la imagen de dicho poder judicial por su pésima interpretación del Derecho al que ya nadie puede representar, aislándose cada vez mas en los mismos problemas que la fundaron.