—Y lo es. Eso no quita que el ejército que reunió Borghese fuera una arlequinada, donde junto a abuelitos nostálgicos (el mismo Borghese tenía ya más de sesenta años) había sectores del Estado e incluso unidades de la guardia forestal, no me preguntes por qué precisamente de la guardia forestal, a lo mejor es que tras la deforestación de la posguerra no tenían nada mejor que hacer. Con todo, semejante caterva habría podido llevar a cabo algo siniestro. Emerge de fuentes procesales posteriores que Licio Gelli tenía que ocuparse de la captura del presidente de la República, que entonces era Saragat, y un armador de Civitavecchia puso a disposición sus mercantes para transportar a las islas Lipari a las persones capturadas por los golpistas. ¡Y no te vas a creer quién estaba implicado en la operación! ¡Otto Skorzeny, el que liberó a Mussolini en el Gran Sasso en 1943! Todavía seguía en circulación, otro al que las purgas violentas de la posguerra no habían tocado, en buenas relaciones con la CIA; su cometido era garantizar que Estados Unidos no pondría objeciones al golpe, con tal de que subiera al poder una junta militar «centro-democrática». Piensa en la hipocresía de la fórmula. Pero lo que las investigaciones sucesivas nunca sacaron a la luz...
De la Novela. Numero Cero, de Umberto Ecco, asesinado en extrañas circunstancias...
No hay comentarios:
Publicar un comentario